miércoles, 20 de abril de 2011

Odio muchas cosas, muchísimas.

Desde ponerme las zapatillas al revés hasta la excesiva relevancia, por cierto inmerecida, que se le da al fútbol.
No quiero si quiera imaginar cuántas personas podrían discrepar con la afirmación anterior, pero la libertad de expresión está por encima el respeto que de hecho no me causa el ambiente futbolístico (que por otra parte esto se aleja de ser una falta de respeto por mi parte). Entiendo que haya gente que viva de ello, por y para ello, obviamente no puedo decir que me parezca bien pero lo acepto al igual que he de aceptar que haya gente que viva del dinero de otros.
Lo que quizá nunca llegue al alcance de mi pequeña cabecita es la inmensa suma económica que hay detrás de todo, espero que siga siendo algo que no llegue al alcance de ninguna cabeza porque realmente dudo que tenga la más mínima lógica para alguien con más de dos dedos frente.
Pero.. ¿Qué me dices de la afición? Lo días claves para el mundo del fanático son días en los que la mayor preocupación se basa en un encuentro futbolístico. La gente durante horas, días.. olvida los problemas, sumirgiéndose en un mundo de violencia y competición. Desgraciadamente en este mundo nos vemos envueltos los que quisiéramos mantenernos al margen, pero eso es imposible.
En el día de hoy, para quien no lo sepa (dudo que alguien no lo sepa), se jugó uno de tantos Madrid - Barcelona. Si alguien más se ha dignado a mirar las noticias, verán en cada titular, portada, anuncio.. Como protragonista, en efecto, el partido. El terrorismo, las enfermedades, los altos mandos de la política, los conflictos internacionales, los problemas ambientales, la pobreza y demás sólo cubren algunos de los encabezamientos. Si quieres enterarte de la gravedad de las noticias, haz como los japoneses y empieza a leer por el final; porque la relevancia real, visto está, que es inversamente proporcional a la relevancia comercial, o, desgraciamente, social.
Sí, porque vivimos en una sociedad en la que es más importante la situación del nuestro equipo que la muerte por desnutrición de media África. No por ello quiero culpar al fútbol, ni mucho menos.
Tampoco culpo a la sociedad (no al menos únicamente), sino al individuo. El mismo individuo que gira la cabeza para no ver lo que pasa fuera de su casa.. Ése es el fallo del individuo, o era. Ahora quien nos gira la cabeza es la sociedad, distrayendo nuestra atención de lo realmente importante.
Pero funciona. Funciona de puta madre.

miércoles, 5 de enero de 2011

Te quiero.

No sé ya cómo decirlo. Da igual que lo grite, que lo susurre, que lo escriba o que lo imagine. O que lo intente plasmar en un beso.
No importa el cómo ni el cuándo lo diga.
Es más, no tengo ni que decirlo. Por si mi sonrisa o mi brillo en los ojos no me delatasen, cuando me muerdo el labio digo mucho más de lo que con palabras podría expresar.
Pero siempre seguiré pensando que es imposible. No se pueden definir las mútiples sensaciones de felicidad, tranquilidad, bienestar, alegría, cariño, empatía.. y demás.
Es muy fácil decir que es lo mejor que me ha pasado en la vida. Pero en una vida, por joven que sea, pasan muchas cosas cada año, mes, semana, día, hora, minuto y segundo. Y recuerdo dulcemente todas las cosas que me pasaron antes de conocerle, pero aún así me atrevo a decir que él es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Realmente es apasionante cómo se puede llegar a sentir alguien. Dicen que el amor es un mundo complejo de sentimientos y que sólo se puede entender cuando se experimenta, pero que es algo increíblemente maravilloso.
Se equivocan, es mejor. Con él es mejor cualquier cosa que antes ya era fantástica.
Imagina el mejor recuerdo que tengas, el mejor momento y la mejor sensación. Mejóralo tanto como creas posible y puede que ni se compare a mi día a día.


Mi blog siempre trata de lo mismo. Pero bien contenta que estoy al respecto.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Para mí la definición perfecta de amor eres tú.

Esa es la única manera de la que puedo expresar lo que siento, teniendo en cuenta que lo que yo veo en ti es algo que nadie más ve.
Sigo pensando que no sirve de nada intentar escribir esto, porque sé que no voy a poder. ¿Hasta qué punto estaría enamorada si pudiera decir cuánto lo estoy? Ni puedo, ni quiero.
Nunca hubiera imaginado que me encontraría así con nadie, ni que nadie diera tantas cosas por mí. Me gustaría poder agradecerte tus esfuerzos, me gustaría exteriorizar más lo que siento cada vez que haces cosas por mí.. No haces sólo cosas por mí: lo haces todo. Ahora mismo no le encontraría sentido a nada sin ti, y no quiero siquiera tener que pensar en buscárselo algún día.
Tengo que agradecértelo todo, pero sobretodo todos los detalles que haces día a día. Me encanta que me acompañes siempre a cualquier lugar, que te preocupes de llevarme siempre la maleta cuando me voy, que me hagas caso cuando te hablo de mis problemas matemáticos o físicos de los cuales sabes tú mucho más que yo, que sepas estar calmado aún sabiendo que estoy equivocada mientras yo sigo hablando sin cesar, que renuncies al placer de dormir los sábados por las mañanas para verme un rato, que estés siempre dispuesto a hacer lo que yo diga cuando nos vemos, que tus facturas del móvil tengan que venir encuadernadas por culpa de mis millones de mensajes.. Y bueno, por esas otras mil cosas más que podría poner, pero que no me daría tiempo a redactar en semanas.
Son cosas.. Que das por la relación, por nosotros. Y me encantan.
Sin saber cómo, sigues haciendo cada día mejor que el anterior. Y que, dentro de lo posible, disfrute más de tu compañía.

Me muero de ganas por abrazarte en todo momento. Siento cada vez esa extraña sensación de angustia cuando no estás conmigo. Hablar contigo, pese a que sean unos escasos 5 minutos, hace que esos minutos sean los mejores del día. Haces que me despierte cada mañana pensando en los días que me quedan para verte, y que lo último que piense al acostarme sea "mañana quedará un día menos que hoy".
Dicen que un día más es un día menos; pero discrepo con la continuación de dicha frase. Cada vez te echo más de menos, y cada vez odio más no verte. Las semanas se hacen largas y la espera es más que eterna. Los días sin ti se hacen insufribles y mi mente es incapaz de concentrarse en algo sin recordarte, otra vez.
Pero luego, cuando te veo.. Esos días se esfuman y sólo sé sonreir. Todo el tiempo a tu lado me parece poco, y cada vez más, anhelo más momento contigo. Solos. Para hablar y abrazarte. Dices que no me podría imaginar lo que sientes cuando nos abrazamos, pero tampoco puedo imaginar lo que siento yo. Sólo sé que lo quisiera hacer siempre.
Porque me encanta. Y me encanta abrazarte, que me estrujes. Me encanta quedarme mirando tus ojos mientras tú miras los míos.. Sin decir nada, mientras pasan el tiempo. Me encanta quedarme dormida en tu pecho. Pero si algo realmente me encanta; es la sensación que me da al despertar saber que estás a mi lado. Es recordar por un momento que seguimos juntos y que hasta en sueños puedo abrazarte. Que al abrir los ojos seas lo primero que vea, y que sin necesidad de decir nada te pueda dar los buenos días con un beso. Verte mientras duermes, o que me veas tú. Que me abraces entre las sábanas. La sensación de no querer levantarme nunca, desear quedarme siempre ahí contigo, olvidando las preocupaciones y los deberes cotidianos.
Poder dedicarme a pensar en nosotros y en nada más. Más que un anhelo, un sueño. Cierto es que paso mi tiempo pensando en ti, pero preferiría pasarlo pensando contigo.
Valoro la confianza, el respeto, la tolerancia, la belleza, la comprensión, la bondad, la inteligencia. Pero lo que más valoro es el amor, sentirme amada.
Me cuesta creer que haya más gente que se sienta así, pondría la mano en el fuego porque creo que no hay quien sepa lo que siento. Ni quien sienta lo que siento.


Paro de escribir porque todo tiene que tener un fin, y la redacción está visto que no es mi punto fuerte.









jueves, 30 de septiembre de 2010

Muchísimo.

Dios mío..




¿Qué tiene tu veneno que me quita la vida sólo con un beso
y me lleva a la luna y me ofrece la droga que todo lo cura?
Dependencia bendita; invisible cadena que me ata a la vida,
y en momentos oscuros palmadita en la espalda y ya estoy más seguro.
Se me ponen si me besas rojitas las orejas.

Pon carita de pena que ya sabes que haré todo lo que tú quieras.
Ojos de luna llena: tu mirada es de fuego y mi cuerpo de cera.
Tú eres mi verso, pluma, papel y sentimiento;
la noche yo, y tú la luna; tú la cerveza y yo la espuma.

Se me ponen si me besas rojitas las orejas.

Tengo ronca el alma de quererte
en esta soledad llena que me ahoga;
tengo los ojos llenos de luz de imaginarte
y tengo los ojos ciegos de no verte;
tengo mi cuerpo abandonado al abandono
y tengo mi cuerpo tiritando de no poder tocarte;
tengo la voz tosca de hablar con tanta gente
y tengo la voz preciosa de cantarte;
tengo las manos agrietadas de la escarcha
y tengo las manos suaves de en el cielo acariciarte;
tengo soledad, luz, alegría, tristeza,
rebeldías, amor, sonrisas y lágrimas...

Y también te tengo a ti, preciosa,
caminando por las venas con mi sangre.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

lunes, 9 de agosto de 2010






Me encanta.
Me encantas tú, y yo.
Y el hecho de que ahora seamos tú y yo.







Gracias.
Por darme todos los momentos a tu lado, por hacerme reír, por ser como eres y por hacerme ser como soy a tu lado.
Te quiero, nunca me cansaré de decirlo.

martes, 20 de julio de 2010

Sheila.


Te quiero. Te quiero ver ya!


No te puedes ni imaginar todo lo que te echo en falta.. GRACIAS por haber estado siempre ahí y por hacerme saber que siempre lo estarás. No hay palabras suficientes de agradecimiento ni forma alguna de decirte lo especial que eres para mí.
Te prefiero a ti antes que a la luz del sol, la claridad de la luna o el brillo de las estrellas. Porque tú eres mi Dul, y eso ya no hay quien lo supere.

Te quiero, te quiero y te quiero! ¿Me harás el favor de recordarlo?